la oración y las señales de tránsito
“El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: ‘Tu hijo vive’. Y entonces creyó él y toda su familia” (Juan 4:53).
Está claro que la oración no es de informar o convencer a Dios. Él es omnisciente y todo amoroso. La oración es Dios informándonos y convenciéndonos. La oración no es un intento de que nuestra voluntad sea concebida. Al contrario, nosotros oramos para conocer y hacer la voluntad de Dios. En nuestra oración, Dios nos convence con Su amor de cambiar nuestras maneras y de no seguir nuestro propio empeño.
Por lo tanto, no tenemos que pedirle a Dios por algo a menos que nos ayude más a conocer y rendirnos a Su voluntad. La repetición en nuestras oraciones es para nuestro beneficio, no para el de Dios. Cuando dejamos que Dios llegue a nosotros, nuestra oración es respondida. Entonces debemos de parar de pedir y empezar a agradecer. No estamos esperando que Dios responda nuestras oraciones, Él es el que esta esperando que lo dejemos responder nuestras oraciones. El momento cuando nuestra oración es respondida, no es cuando vemos la respuesta, sino cuando nos entregamos a la voluntad de Dios. Por ejemplo, la oración del funcionario real en el evangelio de hoy fue respondida a la una de la tarde (Jn 4:52). Él se enteró de ella al día siguiente.
Los que han entregado su vida a Dios, no repiten tanto sus peticiones. La mayor parte de sus oraciones son de agradecimiento a Dios por haberles contestado rápido y constantemente. Pídele a Dios simple y totalmente y agradece grandemente.
Oración: Padre, que en la oración pueda entender que después de obedecer la señal de de “ceda”, el siguiente signo es “agradece”.
Promesa: “Sí, Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No quedará el recuerdo del pasado ni se lo traerá a la memoria” (Is 65:17).
Alabanza: El matrimonio de Luisa estaba en ruinas. Ella hizo una plena confesión por primera vez; después de una década, el Señor la reconcilió con su esposo.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de febrero de 2024 al 31 de marzo de 2024. Otorgado el 26 de julio de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.