esperando el juicio
“Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, de acuerdo con sus obras buenas o malas, lo que mereció durante su vida mortal” (2 Corintios 5:10).
Todos estamos esperando el juicio. Jesús nos juzgará en base a nuestra fe expresada en acción (ver Mt 25:31ss). Seremos juzgados según nuestra fecundidad como Sus administradores (Mt 25:14ss). Por ejemplo, Jesús espera que aquellos a quienes se les han dado cinco talentos produzcan cinco más (Mt 25:15ss). Somos responsables de dar frutos espirituales: guiar a muchas personas al arrepentimiento, la salvación, la libertad, la paz y la vida en Cristo. Debemos ser fructíferos al hacer discípulos de todas las naciones (Mt 28:19), comenzando con nuestros hijos, nietos, compañeros de trabajo, amigos, compañeros feligreses y vecinos. Cuando hayamos muerto y seamos juzgados, el mundo debería ser un lugar mucho mejor porque hayamos vivido. La vida debería ser más respetada y protegida; los pobres deberían haber recibido justicia y misericordia; El reino de justicia, paz y gozo de Cristo en el Espíritu debería estar más establecido (Rom 14:17).
Muchos de nosotros no vemos una fecundidad espiritual abundante en nuestras vidas. Esto es normal hasta cierto punto, porque el crecimiento del reino de Dios es invisible al principio (Mc 4:27). Incluso cuando podemos verlo, al principio es tan pequeño como una semilla de mostaza (Mc 4:31). Sin embargo, si estamos apegados a Jesús (Jn 15:5) y si morimos a nosotros mismos (Jn 12:24), daremos abundante fruto y seremos juzgados en consecuencia. Amar al Señor, dar fruto, ir al juicio, ir al cielo.
Oración: Padre, que, por Tu gracia, mi vida sea algo grandioso para Tu reino.
Promesa: “Sea que vivamos en este cuerpo o fuera de él, nuestro único deseo es agradarlo (al Señor)” (2 Co 5:9).
Alabanza: “Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos” (Sal 98:4). Jesús resucitado, nunca dejaré de alabarte.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio de 2021 al 31 de julio de 2021. Otorgado el 22 de diciembre de 2020. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.