enfermo de ver
"Te das cuenta si camino o descanso, y todos mis pasos te son familiares" (Salmo 139:3).
Job tuvo una jornada difícil al ser sacudido emocional y espiritualmente, porque no podía "ver" el amor y la disposición de Dios en medio de sus pruebas (ver Ef 4:14). Cuando su "Capitán" exclamó "¡Atención!" (ver Jb 38:16ss), Job se percató del imponente poder de Dios (Jb 40:4) y su pequeñez (ver Prov 1:7). Una vez Job vio al Señor (Jb 42:5), su sanación y rehabilitación se evidenciaron muy pronto (Jb 42:7ss).
Los habitantes de Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm tuvieron el privilegio de ser testigos del amor de Dios manifestado en los milagros de Cristo. Sin embargo, estuvieron ciegos al amor de Dios por los pobres, débiles y su incapacidad de "ver" su propia necesidad de arrepentirse (Lc 10:13ss). Fueron advertidos por Jesús de que su conducta merecía un juicio más severo y que su "enfermedad de ver" incluso podía ser terminal (Lc 10:15).
Se ha dicho: "El ojo es la ventana del alma" (ver Mt 6:22-23). ¿Cuidas tus ojos del mal? (ver Is 33:15), ¿está tu vida llena de "tentaciones para los ojos"? (ver 1 Jn 2:16)
¿Usted ve lo que yo veo?
Oración: "Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior; examíname y conoce lo que pienso; observa si estoy en un camino falso y llévame por el camino eterno" (Sal 139:23-24).
Promesa: "El que los escucha a ustedes, me escucha a Mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a Mí; y el que me rechaza, rechaza a Aquel que me envió" (Lc 10:16).
Alabanza: Esteban, al principio, era incapaz de compartir su fe con extraños, pero encontró que podía hacer todo con Dios (ver Mt 19:26).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de junio de 2014
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