el tsunami de la gracia
"Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Romanos 5:20).
A veces pensamos que el Señor intenta resistir el tsunami del pecado que arropa nuestro mundo con el auxilio de su gracia. En realidad, es Satanás quien, en vano, intenta resistir la gracia de Dios. La gracia ha superado al pecado. En este mundo, hay mucha más gracia que pecado, a pesar del aumento del pecado.
Gracias a Jesús, compartimos en la victoria de la gracia sobre el pecado. San Pablo nos augura "una amplia victoria" (Rom 8:37). "Si Dios ha sometido todas las cosas [a Jesucristo], nada ha quedado fuera de su dominio. De hecho, todavía no vemos que todo le está sometido. Pero a aquel que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús, ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció" (Heb 2:8-9).
Aunque no lo podamos ver ni sentir, sabemos con certeza de fe que Jesús obtuvo una victoria total e irreversible a través de su muerte y resurrección. "En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia" (Rom 5:17).
Oración: Padre, que "Yo considere que los sufrimientos del tiempo presente no puedan compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros" (Rom 8:18).
Promesa: "¡Felices los servidores a quienes el Señor encuentra velando a su llegada! ¡Felices ellos, si el Señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!" (Lc 12:37-38).
Alabanza: Jesús sanó a Loreta de esclerosis múltiple.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013
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