la montaña de adviento
“Porque la mano del Señor se posará sobre esta montaña” (Isaías 25:10).
La Iglesia comienza la temporada de Adviento llevándonos a una montaña. Durante el Adviento, se nos dice que “subamos a la montaña del Señor” (Is 2:3). Allí recibiremos la Palabra y la paz de Dios. Ayer el Señor prometió: “No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa” (Is 11:9). Esto lo hará el Espíritu Santo que descansará y actuará por medio del Mesías y Sus seguidores. Hoy el Señor promete: “El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos, un banquete de vinos añejados...Él arrancará sobre esta montaña el velo que cubre a todos los pueblos, el paño tendido sobre todas las naciones. Destruirá la Muerte para siempre” (Is 25:6, 7-8).
¿Dónde está esa montaña sobre la cual se cubrirán las necesidades de todos los pueblos y se destruirá la muerte? Jesús dio a entender que sabía la respuesta a esta pregunta cuando fue “subiendo a la montaña” (Mt 15:29), sanó a los enfermos y multiplicó los panes y los peces para alimentar a las masas (Mt 15:38). Sin embargo, en el Monte de la Multiplicación, Jesús no proveyó las necesidades de todas las personas ni destruyó la muerte. Jesús hizo eso en el monte del Calvario. Aquí proporcionó la oferta de salvación para cada ser humano, rasgó el velo entre Dios y la humanidad (Mt 27:51) y destruyó la muerte (ver 1 Co 15:26). La montaña de Adviento prefigura el Monte Calvario.
Oración: Jesús, elijo subir la montaña contigo incluso si debo pasar por el camino de la cruz.
Promesa: “Ahí está nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación” (Is 25:9).
Alabanza: San Juan de Damasco es conocido como uno de los dos grandes poetas de la Iglesia Oriental. Defendió el derecho a venerar imágenes sagradas.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2024 al 31 de enero de 2025. Otorgado el 3 de julio de 2024. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.