reconoce el espíritu de navidad
"Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a Él" (1 Juan 3:1).
Si no reconocemos a Cristo, no reconocemos a los cristianos, la Navidad y otras dimensiones del cristianismo. Si no reconocemos a Cristo, no reconocemos el único Camino a Dios Padre y Verdad misma (Jn 14:6). Por lo tanto, nos privaríamos de la vida (Jn 14:6).
Aún así, tenemos dificultades para reconocer a Cristo. Incluso san Juan Bautista, cuyo propósito en la vida era preparar la venida de Cristo, no reconoció a Cristo por algún tiempo (Jn 1:31, 33). ¿Cómo podemos entonces reconocer a Cristo, los cristianos, la Navidad y el cristianismo, y así conocer a Dios Padre, vivir en la Verdad y tener la vida abundante? (ver Jn 10:10) Juan reconoció a Cristo cuando vio "al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre Él" (Jn 1:32). Nosotros también reconoceremos a Cristo por las obras del Espíritu Santo. Por lo tanto, la Navidad y la vida misma dependen de nuestra docilidad al único, verdadero Espíritu de Navidad, el Espíritu Santo.
A medida que nos acercamos al último día de la temporada navideña, cuando celebramos el Bautismo de Jesús en el Espíritu Santo, arrepintámonos de cualquier resistencia a la voluntad de Dios y clamemos: "¡Ven, Espíritu Santo!"
Oración: Padre, dame el verdadero Espíritu de Navidad para siempre.
Promesa: "Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a Él" (1 Jn 3:2).
Alabanza: Alabado seas, Jesús. Dios y Salvador nuestro, que todas las cabezas se inclinen, todas las rodillas se doblen y todos los corazones se regocijen ante la mención de Tu Santo Nombre. ¡Aleluya!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018
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