el rey de corazones
"Su corazón está lejos de mí" (Marcos 7:6).
El corazón humano:
- es tortuoso e impenetrable (Jeremías 17:9),
- no tiene remedio (Jer 17:9),
- está en un estado de negación psicológica sobre su condición caída (ver Jer 7:9-10),
- es la causa del bien y del mal (ver Lc 6:45; Mc 7:21), y
- está lejos de Dios (Mc 7:6), al seguir prioridades equivocadas (Lc 12:34).
Si por la gracia de Dios y diversas "pruebas de estrés" de la vida, nos damos cuenta de que necesitamos nuevos corazones (ver Ez 36:26), no tenemos a dónde ir sino al Sagrado Corazón de Jesús. Él nos dará un nuevo corazón al darnos nueva vida por medio del agua del Bautismo. Si nuestro nuevo corazón se contamina por nuestros pecados, Jesús purificará nuestros corazones, perdonándonos, especialmente en el Sacramento de la Reconciliación. Además, si nuestros nuevos corazones se quiebran por pecados cometidos contra nosotros, Él sanará nuestros corazones dándonos Su poder de perdonar.
Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros. Sagrado Corazón de Jesús, haz que nuestros corazones se asemejen al Tuyo (ver Mt 11:29).
Oración: "Sagrado Corazón de Jesús, imploro poder amarte cada día más".
Promesa: "No añadan ni quiten nada de lo que yo les ordeno. Observen los mandamientos del Señor, su Dios, tal como yo se los prescribo" (Dt 4:2).
Alabanza: Te alabo Señor Dios, Creador del cosmos. Siendo impresionante y majestuoso, Te humillaste para convertirte en uno de nosotros, para llevarnos a la salvación. ¡Aleluya!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018
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