jesús, el trabajador
"El Espíritu del Señor está sobre mí; por lo tanto, me ha consagrado. Él me envió" (Lucas 4:18).
Cuando Jesús comenzó Su ministerio público, Su trabajo culminante de nuestra salvación, Él nos enseñó cómo trabajar. Jesús trabajó:
- en la sinagoga (Lc 4:16). Comience su trabajo en la iglesia.
- leyendo la Biblia (Lc 4:16). Base su trabajo en la Biblia.
- ungido por el Espíritu Santo (Lc 4:18).
- para llevar el evangelio al pobre (Lc 4:18).
- proclamando "la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor" (Lc 4:18-19). Jesús se concentró en la libertad. Entonces, deberíamos trabajar para la libertad.
- profetizando (Lc 4:24). Aspiren a los dones espirituales, sobre todos (1 Co 14:1).
- mientras estaba siendo perseguido (Lc 4:29-30). "Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos" (Mt 5:10).
Como discípulos de Jesús, lo imitamos y trabajamos como Él trabajaba. Trabajamos por, con, en, y para Él. Somos obra de Dios, "fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos" (Ef 2:10). Acepte a Jesús como Señor de su obra.
Oración: Padre, que no trabaje "por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna" (Jn 6:27).
Promesa: "No quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado" (1 Co 2:2).
Alabanza: El Señor preparó al Papa san Gregorio para reflejar Su grandeza. Él escribió: "Como lo amo, no me ahorro al hablar de Él".
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018
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