resistencia
"El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas" (Mateo 13:31-32).
El reino de Dios no parece ser mucho. Parece ser tan pequeño como una semilla de mostaza o como la levadura. Por lo tanto, para trabajar en el reino de Dios no caminemos viendo claramente, sino caminamos en la fe (2 Co 5:7). No solo es que no vemos mucho, sino que para poder ver cualquier cosa llevará tiempo. La masa sube paulatinamente y la semilla de mostaza crece lentamente. Por consiguiente, para trabajar en el reino de Dios hay que perseverar por algún tiempo. "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios" (Lc 9:62).
La fe y la perseverancia son las dinámicas de vivir en el reino. Sin embargo, somos personas estilo "muéstrame" para quienes el ver es creer, una persona instantánea para quienes todo debe ser hecho casi inmediatamente si es que se hace. El diablo no solo nos tienta a no buscar primero el reino, sino que intenta robarnos las virtudes fundamentales para vivir en el reino. El diablo nos ha entrenado a mirar y pensar en grande, y a ignorar cualquier cosa que no esté al alcance de la mano en una máquina expendedora o en una computadora. Mientras nos preocupamos de las piedras que el diablo tira a los cristales del reino de Dios, el diablo, detrás del escenario, va desmantelando silenciosamente las bases de fe y perseverancia del reino. Por lo tanto, persevere en fe hasta el final (ver Lc 21:19).
Oración: Padre, que busque primero, vivir y morir por Tu reino (Mt 6:33).
Promesa: "Así Yo me había adherido a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá –oráculo del Señor– para que ellos fueran Mi pueblo, Mi renombre, Mi honor y Mi gloria" (Jer 13:11).
Alabanza: San Pedro Crisólogo habló de forma tan convincente sobre Jesús que muchos escuchaban y creían.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.
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