El mundo, el diablo y la carne, los tres enemigos tradicionales del cristiano, intentarán lavarte el cerebro para que creas que nuestras vidas son triviales. Nuestros enemigos quieren que creamos que no importa cómo empleemos nuestro tiempo, energía, pensamientos, dinero y vida.

Una estrategia muy común para hacernos pensar que nuestras vidas carecen de sentido es mostrarnos nuestra incapacidad. El diablo nos hace ver la inmensidad de la cultura de la muerte: abortos en masa, injusticias horripilantes, millones de hambrientos, siglos de violencia opresora e inmisericordia. Ante este panorama, nos sentimos incapaces como si nuestras vidas fueran solo "gotas en un balde" (ver Is 40:15). Se nos tienta con el pensamiento de que entregando la vida a una buena causa o malgastándola tendrían prácticamente el mismo efecto.

Sin embargo, Jesús, la Verdad (Jn 14:6), saca a la luz la mentira respecto de nuestra incapacidad. Ha prometido multiplicar la vida totalmente entregada a Él. Entonces, nuestra vida servirá de alimento y liberación para las multitudes. Con Jesús en nuestras vidas somos más que capaces. "Con Él y en Él y por medio de Él", nuestra vida tiene poder transformante, sacudirá los cimientos de la tierra y será eternamente importante.

Por ello, entrega la vida totalmente al Señor y a su pueblo (ver 2 Re 4:42, 43). La única vida multiplicable es la que se entrega totalmente. Entrégala totalmente y vive poderosamente.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.