la certeza de la persecución
"Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará" (Sabiduría 2:20).
Si queremos vivir una vida piadosa, seremos perseguidos (2 Tim 3:12). No sabemos la gravedad de esta persecución, pero sabemos la certeza de ella.
Aunque muchos no cristianos se enorgullecen de ser tolerantes, probablemente no tolerarán a los cristianos, porque somos molestos para ellos (Sab 2:12). Piensan que nos oponemos a sus actos, les echamos en cara sus 'transgresiones de la ley", acusándoles de violaciones a su enseñanza y censurando sus pensamientos (Sab 2:12, 14). Simplemente vernos es una dificultad para muchos no cristianos (Sab 2:14) porque nuestras vidas son diferentes (Sab 2:15). Existe una tensión automática entre cristiano y no cristiano.
Eventualmente alguien tiene que ceder; algo tiene que cambiar. Los no cristianos entregan sus vidas a Jesús y se convierten en cristianos, o critican, torturan y condenan a los cristianos (Sab 2:19-20). Los no cristianos se convierten en otros Cristos o en anticristianos. Ellos toman la cruz de Jesús (Lc 9:23), o crucifican a Jesús y lo exponen al desprecio atacando a Sus discípulos (ver Heb 6:6).
Que tu vida en Cristo sea tan auténtica que seas digno de ser perseguido (ver Hch 5:41).
Oración: Padre, que en vida pueda guiar a muchos hacia Ti. Y que en muerte, que pueda guiar muchas personas a Ti.
Promesa: "El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos" (Sal 34:19).
Alabanza: Juan dio su vida al Señor en el funeral de su amigo cristiano.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 29 de noviembre de 2017.
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