¿tradicional?
"Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. En vano Me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos" (Marcos 7:6-7; Isaías 29:13).
Hay tradiciones divinas — las enseñanzas magisteriales de la Iglesia y la Biblia. Estas tradiciones divinas son la verdad (ver 2 Tes 2:15). No se pueden cambiar. Debemos conformar nuestras vidas a estas. En el día del Juicio, seremos juzgados de acuerdo a estas tradiciones divinas.
También hay tradiciones humanas. Estas a menudo son muy útiles para la gente. Sin embargo, a veces una tradición humana llega a ser una fortaleza diabólica (ver 2 Co 10:4). Las buenas tradiciones humanas deben respetarse pero nunca deben estar por encima de las tradiciones divinas. Las malas tradiciones humanas deben ser derrocadas por el poder del Espíritu Santo.
¿Cómo podemos saber si una tradición es divina o humana? Aunque esto es generalmente obvio, a veces es un asunto de interpretación. La Iglesia, que es "columna y fundamento de la verdad" (1 Tim 3:15), es el único cuerpo que autoritariamente puede decirnos cuál es la tradición divina o humana (ver Catecismo de la Iglesia Católica, 83).
¿Cómo podemos saber si una tradición humana es buena o mala? Aunque probablemente esto se sabe por el fruto de la tradición (ver Lc 6:44), esto puede tomar mucho tiempo o, de nuevo, puede ser un asunto de interpretación. Una vez más, necesitamos la Iglesia. De lo contrario, probablemente cometeremos errores trágicos, incluso si somos sinceros.
Gracias a Dios por revelarse a nosotros y amarnos por medio de las tradiciones. Gracias a Dios por la Iglesia y la gracia de someter a la autoridad de la Iglesia.
Oración: Padre, que pueda amarte a Ti, la Iglesia y su Biblia. Y que este amor me libere.
Promesa: "¡Escucha la súplica y la oración que tu servidor y tu pueblo Israel dirijan hacia este lugar! ¡Escucha desde Tu morada en el cielo, escucha y perdona!" (1 Re 8:30)
Alabanza: San Pablo Miki eligió obediencia al Señor en la obediencia al emperador. Confiando plenamente en Dios, murió como un mártir.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 29 de noviembre de 2017.
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