cuenta conmigo
"Después de esto, David sintió remordimiento de haber hecho el recuento de la población, y dijo al Señor: 'He pecado gravemente al obrar así' " (2 Samuel 24:10).
David cometió pecados graves en su vida. Por ejemplo, cometió adulterio y ordenó que el marido de su amante muriera en batalla. Uno de los peores pecados de David no fue tan espectacular. David contó el número de hombres aptos para el servicio militar en Israel y Judá contra la voluntad de Dios (I Cr 21:1). Este pecado tuvo como consecuencia la muerte de 70.000 personas inocentes del rey David (2 Sm 24:15).
El contar puede ser un llamado de Dios, pero también puede ser un pecado. Por ejemplo, contar las veces que hemos sido ofendidos puede ser un pecado contra el amor (ver 1 Co 13:5). Contar el dinero puede ser un pecado de avaricia. Contar el número de las personas en tu iglesia, ministerio o grupo de oración puede ser pecado de orgullo. No contar a alguien puede ser un pecado de falta de perdón o arrogancia. Contar nuestras bendiciones puede ser una forma de compararnos con los demás.
De niños, alguien nos enseñó a contar. No obstante, ¿habremos aprendido a contar responsablemente y sin pecar? Jesús es el divino Contador. Que Él revise tus cuentas y se haga cargo de tu vida.
Oración: Padre, cuenta conmigo para la evangelización, salvación y felicidad eterna.
Promesa: "Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: 'Confesaré mis faltas al Señor'. ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!" (Sal 32:5)
Alabanza: Papa Pío XI dijo de san Juan Bosco: "En su vida lo sobrenatural se convirtió en natural y lo extraordinario en ordinario".
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.
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