cuestionando la herencia
"Les dejo la paz, les doy Mi paz" (Juan 14:27).
En el testamento y la última voluntad de Jesús, les dejó a Sus discípulos el don de la paz. Esto quiere decir que nos dejó un plan de orden y armonía para nuestras vidas. La Iglesia de Jesús es la albacea de Su voluntad ya que le ha dejado la responsabilidad de enseñarnos los detalles de la paz. Si aceptamos la herencia del Señor y le obedecemos a Su Iglesia, tendremos paz, gozo y la libertad que dura para siempre.
Sin embargo, Satanás trata de convencernos de que lo que hemos heredado de Jesús no es muy bueno o que no debemos confiar en Él y Su Iglesia en la ejecución de Su voluntad. Satanás quiere que nos rebelemos contra su voluntad. Por ejemplo, algunos cristianos creen que con el control de la natalidad pueden tener mejores relaciones sexuales en el matrimonio. Cada día se hace más claro que estos cristianos están equivocados y por el contrario han traído un desorden destructivo en sus matrimonios, sus familias, sus vidas y la sociedad. Otros, en su inseguridad, han rechazado la paz que nos da la generosidad del diezmo, la caridad y nuestra donación de tiempo y talento a la Iglesia. También ha demostrado que el Señor tenía razón de nuevo acerca de la paz, la vida y la felicidad.
La paz que el Señor nos ha dejado en Su voluntad es un don tan grande y completo, que es mayor de lo que podemos comprender. Por lo tanto, debemos humildemente y con gran diligencia seguir las direcciones del Señor mediante Su Iglesia. De lo contrario, nos privaremos de las eternas bendiciones, de la vida y del amor. No cuestionemos la voluntad del Señor; más bien, aceptemos el misterio de Dios completamente.
Oración: Padre, hazme un instrumento de Tu paz, no importa lo que tenga que sufrir (ver Mt 5:9).
Promesa: "Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. Pero él se levantó y rodeado de sus discípulos, regresó a la ciudad" (Hch 14: 19-20).
Alabanza: Marcos y Patricia confiaron en Dios y fueron bendecidos con seis hijos.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.
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