esperanza plena
"Porque así como el pecado reinó produciendo la muerte, también la gracia reinará por medio de la justicia para la Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor" (Romanos 5:21).
El cuerpo de Cristo está roto. La cultura de la muerte es cada vez más opresiva. Millones de bebés no sobreviven el tiempo suficiente para nacer. La infidelidad de los cristianos es escandalosa. En estas circunstancias, se podría pensar que nos estamos poniendo deprimidos e incluso desesperados.
Sin embargo, "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Rom 5:20). El Papa san Juan Pablo II profetizó que podemos tener una nueva primavera de la vida cristiana en este momento si somos dóciles a la acción del Espíritu Santo (Hacia el tercer milenio (TMA), 18). Después de esta nueva primavera, la justicia y la libertad serán restauradas en el mundo (TMA, 16). Jeremías también profetizó: "Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza" (Jer 29:11). Los obispos del Vaticano II también han profetizado que María es un signo de esperanza segura (Lumen Gentium, 68). Con María llevando a sus hijos, vamos a cruzar el umbral de la esperanza en el nuevo milenio.
En un mundo de desesperación, los cristianos son un pueblo lleno de esperanza "Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rom 5:5). Por lo tanto, estén "siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen" (1 Pe 3:15). Hay esperanza en Cristo, y solo en Cristo.
Oración: Padre, que pueda motivarme por la esperanza (ver Col 1:4).
Promesa: "¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo" (Lc 12:37).
Alabanza: San Antonio Claret fundó los Hijos Misioneros del Inmaculado Corazón de María, los Claretianos.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de mayo de 2017.
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