una llamada cercana
"Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?" (Juan 1:38).
Andrés y otro discípulo de Juan el Bautista siguieron a Jesús a cierta distancia. Igualmente, hoy en día hay muchos seguidores de Jesús desde lejos, a distancia. ¿Estás cerca de Jesús? O ¿son tus oraciones llamados de larga distancia?
Jesús se hizo hombre. Inclusive se nos da Él mismo a nosotros en la Eucaristía, para poder estar tan cerca de nosotros como sea posible. Él nos reta a que miremos en nuestros corazones y nos preguntemos a nosotros mismos qué estamos buscando (Jn 1:38). Jesús, nuestro Rabino y Maestro (ver Jn 1:38), nos mostrará cuál de estos deseos nos distancian a nosotros de Él. Todo lo que tenemos que hacer es darnos la oportunidad de escuchar la verdad en nuestros corazones de la Verdad Misma (ver Jn 14:6). Debemos quedarnos con Jesús por un periodo largo de tiempo. No debemos huir cuando Él habla de cambiar lo que estamos buscando, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, y llevar la cruz a diario (ver Lc 9:23).
Jesús desea darnos un verdadero cambio de imagen, cambiar nuestros nombres (ver Jn 1:42), nuestra apariencia, y lo que estamos buscando. Jesús quiere que estemos cerca de Él mismo. En esta Navidad y año nuevo, quédate cerca de Jesús.
Oración: Padre, Te acercaste a mí en la Encarnación de Tu Hijo. Que pueda acercarme más a Ti (Stg 4:8).
Promesa: "Y el Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del demonio" (1 Jn 3:8).
Alabanza: Santa Elizabeth vivió sus cuarenta y seis años de vida totalmente abandonada a la voluntad de Dios, mientras criaba a sus cinco hijos y abría la primera escuela Católica Americana.