1 Corintios 5:1-8
Salmos 5:5-7, 12
Lucas 6:6-11
la levadura de los hermanos
"¿No saben que «un poco de levadura hace fermentar toda la masa»?" (1 Corintios 5:6).
Aquellos que cometen pecado son como la levadura, afectan toda la comunidad cristiana. Por eso, debemos:
- superar las tentaciones del pecado para no hacernos daño a nosotros mismos ni a los demás,
- arrepentirnos y confesarnos lo más pronto posible si hemos pecado,
- perdonar a los que están pecando, perjudicándose a ellos mismos y a nuestra comunidad,
- ser ministros de la reconciliación (2 Co 5:18) orando por los que han pecado (1 Jn 5:16), corrigiéndolos (Lc 17:3; Mt 18:15; Ez 3:18; 33:7), y guiándolos al arrepentimiento,
- tener cuidado para que nosotros mismos no seamos condicionados por los que están pecando (ver Judas 23),
- rescatar a aquellos que están siendo corrompidos por la levadura de los que pecan (ver Judas 22),
- alentar a los líderes de la Iglesia para que expulsen a los pecadores impenitentes culpables de pecados graves de la participación plena en la Iglesia (1 Co 5:2) y
- dar todo lo que tenemos para el reino de Dios a fin de ser levadura que eleve al mundo (Mt 13:33).
"Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad" (1 Co 5:7-8).
Oración: Padre, dame un gran amor por los pecadores, y por tanto, un gran odio por el pecado.
Promesa: Jesús, "dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió y su mano quedó curada" (Lc 6:10).
Alabanza: Ana escuchó a ambos, hermano y hermana, quienes tenían diferentes puntos de vista y fue el medio para su reconciliación.