abriendo la puerta de la fe
"Convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos" (Hechos 14:27).
Porque Dios es amor (1 Jn 4:16), Él quiere que toda persona se salve (1 Tim 2:4). Debido a que todas las personas por su naturaleza están alienadas de Dios, todos necesitamos que Dios haga algo extremo para abrirnos la puerta de la fe y derrotar nuestra resistencia a su gracia salvadora. Dios incluso se convirtió en ser humano y permitió que el diablo lo matara. Jesús hizo esto para demostrarnos su amor y su obediencia al Padre. Jesús dijo: "está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado" (Jn 14:30-31). Jesús nos guió por medio de su crucifixión y muerte a amar y obedecer a Dios Padre y a aceptar a Jesús como nuestro Salvador.
El Señor quiere mucho que todos sean salvos. Sin embargo, muchos son tan resistentes, que el Señor envía a miembros de su cuerpo para ser perseguidos y crucificados con Jesús (Gal 2:19). Al compartir los sufrimientos de Cristo (Col 1:24), los corazones más duros y puertas con cerrojos se abren a la misericordia salvadora del Señor. Así, Pablo y Bernabé "confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hch 14:22).
Por el amor de Dios y por nuestra naturaleza caída, Jesús sufrió y murió. Si aceptamos el amor de Dios, nos regocijamos al compartir los sufrimientos de Cristo (1 Pe 4:13), porque la Cruz es la llave a la puerta de la fe.
Oración: Padre, cueste lo que cueste, utilízame para guiar a otros a la salvación.
Promesa: "Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!" (Jn 14:27).
Alabanza: Jesús curó la pierna de Rhonda instantáneamente en un servicio de sanación. Ella llegó al servicio en un escúter, y salió caminando, curada, al salir del servicio.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.
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