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Martes, 22 de marzo de 2016

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Semana Santa


Isaías 49:1-6
Salmos 71:1-6, 15, 17
Juan 13:21-33, 36-38

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¿traicionar u obedecer?

"Señor, ¿quién es?" (Juan 13:25).

Jesús acababa de anunciar a sus discípulos en la Última Cena, que uno de Sus doce apóstoles, lo traicionaría (Jn 13:21). "Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería" (Jn 13:22). Esto es notable. Estos hombres habían estado juntos por tres años. A pesar de que estos hombres conocían la fortaleza y las debilidades de cada uno, estaban perplejos en cuanto a quién de ellos podría ser un traidor.

Santiago y Juan le habían preguntado a Jesús con anticipación que los elevara a ellos sobre los otros. El resto se indignó. Jesús con frecuencia tenía que recordarles que fuesen humildes sirvientes y no gobernantes.

Por lo visto, ninguno de los apóstoles había aprendido verdaderamente la lección de ser servidores, o Judas no parecía ser diferente de los otros apóstoles. Ninguno de los apóstoles, cuando se miraban unos a otros, (Jn 13:22) dijo: "¿Es Judas?" En vez de eso, ellos le preguntaron a Jesús: "¿Soy yo, Señor?" Las debilidades de Judas no las veían muy diferentes de sus propias debilidades. Después de todo, por tres años Judas había echado fuera a los demonios, profetizado, predicado y servido en ministerios al lado de ellos.

Satanás entró en Judas porque él había asentado sus bases en sus pecados de robar y su decisión de apoyarse en otros en lugar de recurrir a Jesús. Durante la Semana Santa, Judas eligió la traición en lugar de la obediencia.

Todos tenemos una elección en esta Semana Santa, y la Semana Santa nos llevará a un punto decisivo. ¿Nos humillaremos y buscaremos sólo a Jesús? ¿O sólo pensaremos en nosotros mismos? ¿Traicionaremos u obedeceremos?

Oración:  Jesús, yo soy capaz de traicionarte. Mantenme siempre fiel a Ti.

Promesa:  "Yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación a los confines de la tierra" (Is 49:6).

Alabanza:  A pesar de ser constantemente maltratada por la apatía de su esposo, Lynn continuó rezando por él y lo perdonó, hasta su muerte.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de noviembre de 2015.

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