"¡oh ven, oh ven emanuel!"
"Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel" (Isaías 7:14).
Una de las más grandes profecías de la historia de la raza humana es la profecía de Isaías acerca del "Emanuel". Esto no significa simplemente que Dios está presente, sino que Dios se ha encarnado (ver Mt 1:23). "Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1:14). Dios se hizo hombre. Emanuel es Jesús, que es Dios encarnado, crucificado, resucitado, glorificado y eucarístico. Emanuel es Jesús, un signo en "lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas" (Is 7:11) Emanuel es Jesús, un signo de contradicción, la causa de la caída y la elevación de muchos (Lc 2:34).
¿Aceptarás tú a Emanuel? Cuando María aceptó a Emanuel, su vida cambió drásticamente. Se puso en peligro de ser rechazada por José (Mt 1:19) e incluso ser estrangulada o lapidada hasta la muerte por adúltera. Después de que María aceptó a Emanuel, dio a luz en un establo (Lc 2:7), tuvo que huir repentinamente a Egipto en la noche (Mt 2:14), y finalmente se situó al pie de la cruz de su Hijo (Jn 19:25). ¿Aceptarás a Emanuel y le darás totalmente tu vida a Él? "Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios" (Jn 1:11-12).
Oración: Padre, yo soy tu servidor(a). Que se cumpla en mí lo que has dicho (Lc 1:38).
Promesa: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lc 1:35).
Alabanza: "Oh Llave de David, oh poder real de Israel que controlas según tu voluntad la puerta del cielo: ven, rompe las paredes de la prisión de la muerte para los que viven en tinieblas y en la sombra de la muerte; y lleva a tu pueblo cautivo rumbo a la libertad".