esconderse y mirar
"Muéstrame tu rostro" (Cantar de los Cantares 2:14).
Estamos escondiéndonos de Jesús. Él está tratando de mirarnos; pero nos estamos escondiendo de Él - ya sea detrás de una roca (Cant 2:14), un pecado, un estilo de vida mundano, o un velo de miedo. Se estima que casi la mitad de los católicos registrados se esconden de Jesús simplemente al no oír la Misa del Domingo.
Podemos estar escondiéndonos de Jesús, pero eso no le impide mirar por nosotros (Lc 19:10). Él nos ama tanto que ha bajado del cielo a la tierra para mirarnos. Podríamos mirar en un espejo y no nos agradaría lo que vemos; pero a Jesús le encanta mirarnos. Él nos dice a cada uno de nosotros: "¡Qué hermosa(o) eres, amada(o) mía(o)!" (Cant 1:15).
Durante las temporadas de Adviento y Navidad, visita a Jesús en el Santísimo Sacramento. Siéntate y contempla a Jesús en la Eucaristía. Ahora te darás cuenta de que Él también te está buscando. Mientras estás en su presencia eucarística, lee todo el libro del Cantar de los Cantares. Visualiza a Jesús, como un novio, usando las palabras de amor ardiente (representadas por [El Amado] que le hablan directamente a su pueblo [La Amada]). Respóndele amorosamente hablando las palabras de su pueblo.
No te sigas escondiendo de Jesús. Dale a Jesús el regalo de Navidad que Él quiere. Deja que vea tu rostro (Cant 2:14) y que te diga cuánto te ama. Entonces ámalo tú también.
Oración: Jesús, ¿por qué estoy temeroso de tu amor? (Sal 139:7-12) ¿Por qué me escondo de Ti? Concédeme la gracia de dejar que Tú me ames.
Promesa: "El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal" (Sof 3:15).
Alabanza: "Oh amanecer radiante, esplendor de luz eterna, Sol de justicia: ven, ilumina a los que viven en tinieblas y en la sombra de la muerte".
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).