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Martes, 15 de setiembre de 2015

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Ntra. Señora de los Dolores


Hebreos 5:7-9
Salmos 31:2-6, 15-16, 20
Juan 19:25-27

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madre de dolores

"Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre" (Juan 19:25).

Ayer celebramos la Exaltación de la Santa Cruz; hoy celebramos los dolores de la cruz por María y por todos aquellos que han decidido cargar sus cruces diariamente (Lc 9:23). Hemos recibido los triunfos de la cruz cuando fuimos bautizados en la nueva vida en Jesús. Hemos experimentado los dolores de la cruz además de sus triunfos cuando fiel y diariamente vivimos nuestro bautismo. Finalmente, recibimos el último triunfo de la cruz cuando Jesús vuelva o nuestros espíritus resuciten de entre los muertos, lo que venga primero.

Los dolores de la cruz están entre sus triunfos. "Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo" (2 Co 4:10). Nosotros completamos "lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1:24). Como María, nuestros corazones están atravesados con una espada de dolor (Lc 2:35). Como Jesús, aprendemos a obedecer a partir del sufrimiento (Heb 5:8).

"Les ha concedido a ustedes la gracia, no solamente de creer en Cristo, sino también de sufrir por Él" (Fil 1:29). Tu privilegio es amar lo suficiente para ser una madre dolorosa, un padre doloroso o un cristiano doloroso. "Felices los afligidos, porque serán consolados" (Mt 5:5). "Alégrense en la medida en que puedan compartir los sufrimientos de Cristo. Así, cuando se manifieste su gloria, ustedes también desbordarán de gozo y de alegría" (1 Pe 4:13). Madre de los Dolores, ruega por nosotros.

Oración:  Padre, que pueda aprender a compartir los "sufrimientos, hasta hacerme semejante a Él en la muerte" (Fil 3:10).

Promesa:  Jesús "llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen" (Heb 5:9).

Alabanza:  María, Nuestra Señora de los Dolores, perdonó y oró con los apóstoles que abandonaron a su hijo a una muerte violenta (ver Hch 1:13-14).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015

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