el máximo poder del sacrificio humano
"El primero que salga de la puerta de mi casa a recibirme, cuando yo vuelva victorioso, pertenecerá al Señor y lo ofreceré en holocausto" (Jueces 11:31).
En nuestra sociedad secular humanística, tendemos a ignorar el poder espiritual. Con respecto a las realidades espirituales, los pueblos antiguos fueron en algunos aspectos más avanzados que nosotros lo somos. Jefté sabía lo que poca gente en nuestra sociedad sabe: que tendría un poder excepcional al tomar un voto de ofrecer un sacrificio humano (ver Jue 11:30-31). Cuando él tomó este voto, él derrotó los amonitas en la guerra. Además, cuando el rey de Moab sacrificó a su hijo primogénito, fue perdonado de una cierta derrota en la guerra (2 Re 3:27). Abraham comprendió mucho más que nosotros la lógica del orden de Dios de sacrificar su hijo Isaac (ver Gn 22:2). El profeta Miqueas mostró su comprensión del poder del sacrificio humano cuando declaró: "¿Aceptará el Señor miles de carneros, millares de torrentes de aceite? ¿Ofreceré a mi primogénito por mi rebeldía, al fruto de mis entrañas por mi propio pecado?" (Miq 6:7). Los adoradores de Satanás y los abortistas también reconocen el poder del sacrificio humano. Sin embargo, ofrecer sacrificios humanos es un grave error, una abominación. ¿Significa esto que estamos condenados a ser pecadores impotentes? No, el Señor ha hecho lo imposible cuando Él se sacrificó en el Calvario por nosotros en un estado perfecto sin pecado para expiar los pecados de todos los pueblos y todos los tiempos.
¡Alabanzas a Jesús, Dios y Hombre, Sacerdote y Sacrificio, Salvador y nuestro Señor!
Oración: Padre, quiero centrar mi vida en la Eucaristía, donde se hace presente el sacrificio de Jesús en el Calvario.
Promesa: "¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza!" (Sal 40:5)
Alabanza: San Bernardo, aun cuando era muy joven, fue excepcional en su piedad, gracias al ejemplo de sus padres piadosos.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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