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"¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?" (Lucas 5:21).
Jesús siempre tiene el perdón en mente. A pesar de que había hecho un agujero en el techo, Jesús responde: "hombre, tus pecados te son perdonados" (Lc 5:20). Un hombre paralizado se encuentra ante Él y Jesús dice: "el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados" (Lc 5:24). Los apóstoles piden a Jesús que les enseñe a orar y Jesús responde: "Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido" (Mt 6:12). Aun estando colgado en la cruz, entre sus últimas palabras, Jesús oró: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"(Lc 23:34).
"Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores" (1 Tim 1:15). "Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse" (Lc 15:7). Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Él está preocupado con el perdón de los pecados.
Si le preguntamos a Jesús sobre nuestro regalo de Navidad, Él nos ofrecerá el perdón de nuestros pecados. Si nos quejamos de nuestros problemas, Él nos invitará a la confesión. Si culpamos a nuestra pareja de algo, Jesús nos hablará de la viga en nuestro propio ojo (Mt 7:3). Cuando Jesús habla de la Navidad, piensa en el perdón de los pecados mediante el Sacramento de la Reconciliación. Ve a confesarte, dale a Jesús el regalo de tu arrepentimiento.
Oración: Jesús, bautízame en el arrepentimiento. Envíame el espíritu que rebusque en mi corazón. Que me arrepienta al nivel más profundo del arrepentimiento.
Promesa: "Los acompañarán el gozo y la alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán" (Is 35:10).
Alabanza: San Ambrosio llevó a san Agustín a Dios, y estos eventualmente llevaron a muchos otros al Señor.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 24 de augusto de 2015.
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