¡silencio!
"Voy a proclamar lo que dice el Señor" (Salmos 85:9).
Conforme nos acercamos a la Navidad, creo que la palabra del Espíritu a las iglesias es: "Silencio". El Señor se está poniendo el dedo en la boca para decirnos que nos tranquilicemos, estemos quietos, o perderemos la humilde y tranquila Navidad que llega con Cristo. Él viene a nosotros "como el rocío de lo alto, como la lluvia suave" (Is 45:8). Si no tenemos "noches silenciosas," no vamos a tener "noches santas." Si no tenemos tranquilidad, puede que no tengamos la Navidad. Puede que no haya espacio para Él en nuestra ruidosa posada (Lc 2:7).
En esta época del año, el mundo sube el volumen, proporcionando bulla y ruido casi constante. Nos bombardeamos a nosotros mismos con la TV, la radio y películas. No podemos dejar nuestros aparatos electrónicos. El diablo está tratando de robarnos la Navidad ahogando a Jesús. El Cristo de la Navidad a menudo habla en una voz suave y apacible (1 Re 19:12-13). Solo aquéllos que estén lo suficientemente tranquilos le oirán. "Silencio". Él ya llega.
Oración: (Por favor, pasa hoy 15 minutos de silencio en la presencia del Señor).
Promesa: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres" (Lc 7:22).
Alabanza: Celeste pasa tiempo en la adoración eucarística todas las semanas.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 24 de augusto de 2015.
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