Hoy comienza el gran final del Adviento, un mini Adviento para preparar especialmente la llegada de la Navidad de Jesucristo. Para mucha gente, la vida durante esta semana es caótica y desordenada. Se apresuran a comprar, envolver y enviar regalos, asistir a fiestas y terminar con los preparativos de Navidad. Por lo tanto, la Iglesia celebra esta semana un mini Adviento en los últimos ocho días de Adviento para llamarnos a centrarnos en la preparación para Jesús. Este mini Adviento comienza cada 17 de diciembre con la lectura de la genealogía de Jesús. Su genealogía muestra que Dios usa incluso los problemas causados por el pecado humano para realizar Su voluntad.

Por ejemplo, Jesús desciende de la línea de Judá, una tribu regia (ver Gn 49:8-10) de la cual descendieron los reyes David y Salomón. Sin embargo, Judá no era un santo. Fue padre de dos hijos gemelos Fares y Zará (Gn 38:29ss) por confraternizar pecaminosamente con una prostituta, la cual resultó ser su nuera Tamar. En ese momento, Judá no la reconoció. Él había estado tratando injustamente a Tamar, bloqueando su derecho legal de casarse con el hijo que le quedaba después de que ella había enviudado de sus otros dos hijos (ver Gn 38:11ss). Ni las telenovelas inventan una intriga tan retorcida como la de Judá y Tamar. Sin embargo, ¡Judá es puesto como gobernante entre los doce hijos de Israel! (Gn 49:10)

El Adviento proclama que no hay lío demasiado complicado para que Dios no lo transforme y lo utilice para cumplir Su voluntad. ¿Es tu vida un lío? Dale al Señor los líos en tu vida. Él puede utilizarlos de maneras más grandes de lo que podrías pedir o imaginar (Ef 3:20).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 24 de augusto de 2015.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.