los hechos hablan más alto que las palabras
"Él respondió: "No quiero." Pero después se arrepintió y fue" (Mateo 21:29).
Jesús es el Hijo de Dios. Él siempre hizo lo que Su Padre pedía. "Porque el Hijo de Dios, Jesucristo… no fue 'sí' y 'no,' sino solamente 'sí'" (2 Co 1:19). María fue hija de Dios y dijo 'Sí' al Señor cada día de su vida. San José dijo 'Sí' a Dios cuando aceptó a María como su esposa y a Jesús como su hijo. San Pablo era como el hijo en la parábola de Jesús quien dijo 'No' al Padre pero después vivió su 'Sí' como discípulo y evangelista (ver Hch 9:1-22).
La parábola de Jesús nos muestra que lo que complace a Dios es nuestra obediencia. Nuestras palabras lo complacen solamente cuando están acompañadas de nuestras acciones de obediencia. Si no, nuestro 'Sí' es solamente un engaño (Mc 7:6).
Tú debes decir 'Sí' al Señor todos los días. Si no, tarde o temprano tu 'Sí' sería un 'No' por tus acciones. Di 'Sí' a Dios y luego vive tu 'Sí' cada día a través de una vida de fe obediente. Que tu 'Sí' sea un verdadero 'Sí' (Stg 5:12, Mt 5:37).
Oración: Padre, sé que solamente entraré a tu Reino si hago Tu voluntad. Dame un corazón dispuesto a obedecerte y complacerte. Dame "fe obediente" (Rom 1:5).
Promesa: "El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos" (Sal 34:19).
Alabanza: Ana hizo una promesa de rezar la Liturgia de las Horas cada día durante el Adviento en preparación para la Navidad.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 24 de augusto de 2015.
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