por siempre jamás
"Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía" (Juan 5: 14).
Estar enfermo durante treinta y ocho años ciertamente es un sufrimiento terrible. Permanecer enfermo durante la mayoría de la vida de uno, es una tragedia. Sin embargo, después de curar a este hombre, Jesús le dijo: "has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas" (Jn 5: 14). ¿Qué cosa podría ser peor que estar enfermo por treinta y ocho años? Estar separado del Señor, rechazando Su amor y estar en el infierno por siempre.
Hay dos maneras de olvidarnos de Dios: cuando las dificultades nos abruman o cuando las cosas que nos brindan satisfacción ocupan toda nuestra atención. Por ejemplo, cuando los apóstoles se regocijaron en su victoria sobre los demonios, Jesús les dijo: "No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo" (Lc 10:20). Igualmente Pablo proclamó: "Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros" (Rom 8: 18).
Aunque prestamos mucha atención a nuestros sufrimientos y a las bendiciones del presente, "tenemos que estar con el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las cosas de la tierra" (Col 3:2). Nuestro presente no compara con la venida futura y final de Cristo. Nuestra vida terrenal es un trampolín hacia la eterna felicidad. Nuestro tiempo de vida es un camino al infinito, a la eternidad. "Dios también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro" (Ecl 3: 11). Hay más ―mucho más. No hemos visto lo peor ni lo mejor. Hay vida después de la muerte, cielo, infierno y eternidad.
Oración: Padre, que esta Cuaresma sea un tiempo para ver todo en la perspectiva correcta.
Promesa: "Todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del santuario" (Ez 47: 12).
Alabanza: Terry, decidió vivir la castidad y no cometer actos homosexuales.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de diciembre de 2013
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