acercándose rápidamente
Jesús "salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió" (Lucas 5:27-28).
Nuestro ayuno cuaresmal puede ser usado por el Señor para transformar a Leví en Mateo y convertir estratos enteros de la sociedad. Los corazones más duros se pueden abrir, e incluso áreas de nuestra sociedad que son abiertamente anti-cristianas pueden convertirse en abiertamente cristianas. Imagínense presentadores de televisión de noticias, celebridades, y multimillonarios proclamando en sus programas de televisión que han aceptado a Jesús como Señor de sus vidas.
Sí, el Señor puede trabajar a través de este ayuno de Cuaresma, según lo prometido por el profeta Isaías, pero hay una serie de condiciones:
- "si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna" (Is 58:9),
- "si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria" (Is 58:10), y
- "si dejas de pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo" (Is 58:13).
Si satisfacemos estas condiciones, "tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía" (Is 58:10). "Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán «Reparador de brechas», «Restaurador de moradas en ruinas»" (Is 58:12).
El ayuno, indicativo de una vida totalmente en sumisión al Señor, se utilizará para hacer lo humanamente imposible y transformar al mundo. "No ayunen como en esos días, si quieren hacer oír su voz en las alturas" (Is 58:4).
Oración: Padre, envía tu Espíritu para que me enseñe a ayunar.
Promesa: Entonces te deleitarás en el Señor; yo te haré cabalgar sobre las alturas del país (Is 58:14).
Alabanza: San Juan de Dios, murió una muerte feliz. Pasó a la vida eterna con Jesús de rodillas en oración ante el altar de la iglesia.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 8 de augusto de 2013
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