el dios de lo imposible
"Si esto parece imposible a los ojos del resto de este pueblo, ¿será también imposible para mí? –oráculo del Señor de los ejércitos–" (Zacarías 8,6).
Parecía imposible que la nación de Israel volviera a ser restaurada, pero "no hay nada imposible para Dios" (Lc 1:37). Piensa en la situación más desesperada de tu vida - un matrimonio que parece irreconciliable, una enfermedad terminal, adicciones y compulsiones por largo tiempo, una parroquia muerta, una enfermedad mental, la desintegración familiar, etc. Esto que el hombre considera imposible, el Señor lo ve como una oportunidad para manifestar que es omnipotente, es decir que todo lo puede.
Para creer en el Dios de lo imposible:
- Lee y ora la Palabra de Dios. "La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo" (Rom 10:17).
- Pide a otros, incluyendo a san Judas Tadeo, que recen para que puedas ver las situaciones más imposibles en tu vida como Dios las ve.
- Ve a confesarse y arrepiéntete de ceder a la duda.
- Alaba y da gracias al Señor por hacer lo imposible, incluso antes de que lo haga.
- Comparte tu fe en el Dios de lo imposible y háblale a otros de Él.
Dios hará más de lo que podemos pedir o pensar (Ef 3:20). Él hará lo imposible.
Oración: Padre, te doy gracias por la esperanza que "no quedará defraudada" (Rom 5:5).
Promesa: "El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande" (Lc 9:48).
Alabanza: San Jerónimo usó su brillantez e intensidad para hacer avanzar aún más el Reino de Dios mediante la traducción de toda la Biblia a la lengua común de la época, el latín.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de mayo de 2013
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