ondas de choque
"¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" (Mateo 9,11).
Imagínate que eres un buen discípulo judío y que Jesús te presenta a su nuevo compañero, Mateo, la crema y nata de los traidores; el recaudador de impuestos. Quizás piensas que llegó el momento de renunciar a ser discípulo de Jesús. En el pasado, Jesús hizo cosas extrañas, pero esta ha ido demasiado lejos.
En otra ocasión, te encuentras con Jesús, mientras Él baja de la montaña, después de orar toda la noche (Cfr. Lc 6,12). Jesús tiene un aviso. Planea escoger doce apóstoles de entre sus muchos discípulos, éstos lo representarán de una manera especial y tendrán su autoridad. Él dedicará el resto de Su vida a estos doce apóstoles. Jesús menciona los primeros siete y luego llama a Mateo. No lo puedes creer, te sientes mal, enojado, resentido, confundido.
Años más tarde, escuchas que Mateo y otros han sido llamados para compilar un Evangelio. ¿Cómo puede Dios haber escogido a Mateo para que escribiera la verdadera Palabra de Dios?
La selección de Mateo por parte del Señor, es chocante. Podemos permitir que esto sea una razón para alejarnos de Jesús o para convencernos de que Él todo lo puede. En la fiesta de san Mateo, tengo la oportunidad de reconocer que los caminos del Señor son misteriosos.
Oración: Padre, purifica mi corazón del orgullo, mi dificultad para perdonar y mis resentimientos.
Promesa: "Resuena un eco por toda la tierra y su lenguaje hasta los confines del mundo" (Sal 19,5).
Alabanza: San Mateo fue un miembro marginado de su cultura hasta que Jesús lo elevó y le dio la vocación de apóstol.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de mayo de 2013
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