puerta de entrada
"Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas." —san Juan 10:7
Jesús es el fundador, cabeza y puerta de la Iglesia. Si hay alguien que no quiera entrar en la Iglesia por Jesús sino que quiera hacerlo de otra forma, sabremos que esa persona será "un ladrón o un asaltante" (Jn 10:1). Por ejemplo, si una persona llega a un puesto de importancia por su educación, popularidad y talentos meramente humanos, muy probablemente acabará haciendo daño a la Iglesia. Los dirigentes de la Iglesia deben ser aquellos elegidos por Jesús, el buen pastor y la puerta de entrada. ¿Cuántos músicos, hombres de liturgia, directores, organizadores juveniles, cooperadores pastorales, miembros del concejo parroquial, delegados de comités etc.. cuántos de estos habrá que se hayan colado en la Iglesia y asentado en sus posiciones por otra puerta que no es Jesús?
Podemos aplicar esta misma situación más personalmente si reconocemos en nuestra familias "iglesias domésticas". ¿Es Jesús la puerta y la medida de las actividades familiares, decisiones, programas de televisión que vemos en familia así como los gastos? ¿Explicaría esto porque la alegría del padre, la paz de la madre y la fe de los hijos han desaparecido?
Jesús podrá ser el camino, la verdad y la vida para nosotros si Él es antes la puerta de entrada. Cuando dejamos que Jesús sea la entrada, alcanzamos la verdad y la libertad de tanto ladrón mentiroso (véase Jn 8:32), y nos darña una vida plena.
Oración: Padre, acepto tu bendición al hacer a Jesús el único camino en mi vida.
Promesa: "También a los paganos ha concedido Dios el don de la conversión que conduce a la Vida" Hch 11:18
Alabanza: El joven Juan convenció a su familia para rezar el Rosario.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012
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