el amor de padre
"Padre Nuestro..." (Mateo 6:9).
Tengo seis hijos. Todos me llaman "Papá". Durante muchos años, he intentado seguir el ejemplo de nuestro Padre celestial y anticipar las necesidades de cada niño (Mt 6:8). Después de tantos años de amorosa convivencia con ellos, me haría sufrir si uno de mis hijos me tratara de "Señor". Me sentiría como si ya no recordaba que lo amé. Espero que mis hijos no se preocupen por tener lugar donde poder dormir o comer. Si los niños pueden confiar en un padre terrenal, ¿cuánto más debemos confiar en nuestro padre celestial? (Mt 7:11).
Quizás la enseñanza más radical de Jesús es su revelación que debemos tratar a Dios como "Padre Nuestro" (Mt 6:9). Jesús enseñó que Dios es nuestro padre que tanto nos ama, que se olvida de su dignidad, acude aun cuando nos mostramos ariscos y festeja nuestro arrepentimiento (Lc 15:20ss). Cuando no merecemos su amor, Jesús nos recuerda que nuestro Padre Celestial "amó tanto al mundo" y a cada uno de nosotros "que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga vida eterna" (Jn 3:16).
Jesús empezó su Cuaresma oyendo que era el hijo muy querido de su Padre Celestial (Lc 3:22). En esta parte inicial de la Cuaresma, imita a Jesús, enfócate en el amor que te tiene tu Padre Celestial. Y así con la seguridad de ser Su hijo o hija amada, fíate de Él lo bastante como para que te guíe a lo largo de la disciplina cuaresmal sin poner en duda Su amor por ti (Cf Heb 12:5-10).
Oración: Padre, vierte Tu amor en mi corazón a través del Espíritu Santo (Rm 5:5). Ojalá tu amor logre grandes frutos a través de mí.
Promesa: "Tu Padre sabe lo que necesitas antes de que Se lo pidas" (Mt 6:8).
Alabanza: Cuando encuentra épocas de difícil vínculo con Dios, Rosa piensa en todo lo bueno que él ha hecho por ella.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 27 de septiembre de 2012
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