por segunda vez
"La palabra del Señor llegó a Jonás por segunda vez" (Jonás 3:1).
Dios vino a Jonás por segunda vez (Jon 3:1) y una ciudad pecaminosa de 120.000 personas se arrepintió (Jon 3:5; 4:11). Jesús vino a Pedro por segunda vez (Jn 21:1ss), y 3 mil personas se convirtieron y fueron bautizadas (Hch 2:41).
Hemos sido llamados a difundir la palabra de Dios, y el Señor nos da un papel importante en la difusión de su palabra. Claro, importa el desarrollar y ejercer nuestros dones espirituales y naturales, y nuestra creatividad en esta difusión de la palabra de Dios para impregnar la cultura con el Evangelio (CIC #899). Por eso Dios nos llama y nos regala el Espíritu Santo. ¡Por eso escribimos estos folletos! Sin embargo, el mayor problema no es nuestra habilidad, sino que podamos levantarnos del sofá y ponernos a trabajar.
Observa la parábola del sembrador y la semilla (Mc 4:3). Jesús no menciona si el sembrador estaba triste, amargado, feliz o si era diestro. Lo único que Jesús dice acerca del sembrador es que "salió a sembrar" (Mc 4:3). Es decir, el sembrador esa mañana se levantó y distribuyó la semilla. La palabra de Dios tiene poder propio (Is 55:10-11; Heb 4:12). Crece y se propaga por sí misma (Mc 4:27), sin importar los méritos de quien lo siembra.
¡No hay como encadenar a la palabra de Dios! (2Tm 2:9) Por eso, Satanás intenta convencernos de que nos pongamos cadenas a nosotros mismos. Si él nos puede afligir con cadenas de pecados, adicciones, compulsiones, pereza, miedo, apatía, etc., entonces podrá prevenir que la palabra de Dios se propague tan lejos como hubiera sido posible. ¿Has decepcionado a Dios? Él te permite empezar por segunda vez. ¡Sal y riega la palabra de Dios!
Oración: Señor Jesús, dame la generosidad que me permita hacer Tu voluntad y difundir Tu palabra.
Promesa: "Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño" (Jon 3:5).
Alabanza: Richard ha pasado tres décadas enseñando la Biblia a ancianos, adultos, adolescentes y niños.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial)
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 27 de septiembre de 2012
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.