herodes en tu hogar
"Herodes va a buscar al niño para matarlo" (Mateo 2:13).
Hoy día hay nuevos "Herodes" que siguen buscando a los niños para destruirlos. Herodes consigue ingresar en la casa bajo las narices de los padres, quienes están paralizados o dormidos en la vigilancia. Una vez que el nuevo Herodes tiene acceso a la casa, el trata inmediatamente de apoderarse de la formación de los niños en esa casa.
Esta semana, un sacerdote me dijo que Santa Teresa de Jesús profetizó que en el siglo XVI el mal iba a ingresar en cada hogar a través de una "caja" negra. Existen hoy día muchas de estas "cajas" en los hogares modernos. Los video-juegos y los dibujos animados a menudo sumergen a los niños en la violencia. El niño gradualmente pierde su sensibilidad ante el sufrimiento humano, lo que puede conducir a actitudes y comportamientos violentos. La televisión es un importante punto de entrada para el Herodes moderno. Desde luego, existen canales y programas de televisión piadosos. Pero, Herodes acecha constantemente, con un simple clic del pulgar se infiltra en la mente y el alma de los niños. Herodes trabaja a través de la Internet, "ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar" (1 Pe 5:8). Herodes entra en el alma de un niño a través de sus oídos. Los niños escuchan la música pagana con letra ofensivas durante horas a través de las "cajas negras", tales como iPods, teléfonos, etc.
Padres, les corresponden crear un ambiente sagrado en el hogar. Con Dios de su lado, pueden más que contrarrestar la cultura de la muerte. Saquen a los Herodes de todas las habitaciones de su hogar. Dándole la bienvenida a Jesús para que tome el lugar de Herodes. Hagan a Jesús el Señor de su casa. Su casa es de Él, y Él quiere que se "llene" (Lc 14:23), de amor y de fe.
Oración: Padre, dales a los padres la fuerza para que "examinen todo y se queden con lo bueno" (1 Tes 5:21). Que los padres sean santos en toda su conducta (1 Pe 1:15) para que el mal no tenga punto de apoyo en el hogar.
Promesa: "Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección" (Col 3:14).
Alabanza: "Aclamen al Señor, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Señor" (Sal 96:7).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo de redacción).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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