Cuando nos sentimos heridos, nos sentimos con ganas de venganza. Sentimos que no es suficiente con sólo dar ojo por ojo, diente por diente (ver Mt 5:38), un golpe por un golpe o una herida por una herida, sino un golpe por dos más "por si acaso." Queremos hacer algo más que conseguir estar mano a mano, queremos estar uno por encima de nuestros enemigos.

Jesús considera que se debe tomar represalias por hacer daño en contra de nosotros, dando "una más por si acaso." La diferencia entre Jesús y la naturaleza humana es que Jesús quiere tomar represalias con el opuesto de la herida y no con más de lo mismo. Pablo lo entendió y enseñó: "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; haciendo esto amontonarás residuos de fuego sobre su cabeza." No te dejes vencer por el mal, en cambio vence el mal con el bien" (Rm 12:20-21).

En lugar de devolver golpe por golpe, podemos devolver bien por mal, una bendición para una maldición, y una oración por un insulto (Lc 6:27-28). De esta manera, le estaremos dando a nuestro enemigos una mas "por si acaso." Si nos quitan los abrigos, les damos más - hasta nuestras camisas (Lc 6:29). De acuerdo al camino de Dios, no al tuyo, véngate de aquellos que te han hecho daño.

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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