Una madre de un niño que padece una lesión cerebral grave irradia el amor de Dios a todos los que conoce. Varias parejas con muchos hijos siguen aceptando más niños con los brazos abiertos y caras sonrientes. Dos parejas con hijos adultos adictos a las drogas siguen perseverando con la confianza en Jesús, a pesar de que el objeto de su esperanza es todavía invisible (Rm 8:24). Estos Cristianos están en una posición privilegiada como para que se les pregunte: "¿Cómo lo llevas? ¿Que te mantiene en marcha todos los días?" La Escritura dice a todos los que llevan una cruz:" ¿Si alguien te pregunta la razón de tu esperanza, está siempre listo para responder" (1 P 3:15).

¿Que ve el mundo cuando llevas tu cruz cada día? ¿Ven una persona que sufre con poca esperanza de que Dios le ayudará, quejándose públicamente de lo pesada de la cruz con la que Dios les ha cargado, dando la impresión de que Dios se ha olvidado de su dolor? Si esto te describe, no recibirás muchas preguntas acerca de tu esperanza en Jesús - por lo menos no de los no creyentes. Las preguntas que obtendrás provendrán probablemente de otros Cristianos que se preguntan qué pasó con tu alegría.

¿Que ve el mundo cuando llevas tu cruz cada día? ¿El mundo te ve caminando hacia el Calvario sin miedo y sin quejarse, con un corazón agradecido, sufriendo, sin embargo, confiando en la misericordia de Dios? Cuando el mundo ve que llevas tu cruz así, se pregunta por qué. Quiere saber tu secreto. "En caso de que alguien te pregunte la razón de esta esperanza tuya, esta siempre listo para responder" (1 P 3:15).

Abraza la cruz que el Señor te ha dado. Deja que Jesús te entregue el triunfo de Su cruz en tu vida.

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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