“todos quedaron llenos del espíritu santo” (hch 2:4)
“Llénense del Espíritu Santo” (Efesios 5:18)
En nuestro Bautismo, nos convertimos en templos del Espíritu Santo (1 Co 6:19). El Señor quiere que seamos llenos del Espíritu (Ef 5:18; ver también Hch 2:4). San Pablo enseñó que aquellos llenos del Espíritu Santo hacen las siguientes cuatro cosas. Ellos:
1) “se reúnen, recitando salmos, himnos y cantos espirituales” (Ef 5:19),
2) “cantan y celebran al Señor” (Ef 5:19) en sus corazones,
3) “siempre y por cualquier motivo, dan gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef 5:20), y
4) se someten los unos a los otros, por consideración a Cristo (ver Ef 5:21).
Aquellos llenos del Espíritu Santo han puesto sus corazones en reinos superiores (Col 3:1). Espiritualmente, habitan el salón del trono de Dios. Han entrado “por sus puertas dando gracias, en sus atrios con himnos de alabanza” (Sal 100:4). Aquellos llenos del Espíritu edifican, alientan y se someten a quienes los rodean. Pueden amar así al prójimo porque se aman a sí mismos (Lc 10,27). Se aman a sí mismos porque el Espíritu Santo clama en sus corazones “¡Abba!” (“¡Padre!”) (Gál 4:6) Seguros en el amor de su Padre, aquellos llenos del Espíritu son un pueblo de alabanza, acción de gracias, sumisión y amor. Acepta la gracia de ser lleno y permanecer lleno del Espíritu Santo.
Oración: En nuestro Bautismo, nos convertimos en templos del Espíritu Santo (1 Co 6:19). El Señor quiere que seamos llenos del Espíritu (Ef 5:18; ver también Hch 2:4). San Pablo enseñó que aquellos llenos del Espíritu Santo hacen las siguientes cuatro cosas. Ellos: 1) “se reúnen, recitando salmos, himnos y cantos espirituales” (Ef 5:19), 2) “cantan y celebran al Señor” (Ef 5:19) en sus corazones, 3) “siempre y por cualquier motivo, dan gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef 5:20), y 4) se someten los unos a los otros, por consideración a Cristo (ver Ef 5:21). Aquellos llenos del Espíritu Santo han puesto sus corazones en reinos superiores (Col 3:1). Espiritualmente, habitan el salón del trono de Dios. Han entrado “por sus puertas dando gracias, en sus atrios con himnos de alabanza” (Sal 100:4). Aquellos llenos del Espíritu edifican, alientan y se someten a quienes los rodean. Pueden amar así al prójimo porque se aman a sí mismos (Lc 10,27). Se aman a sí mismos porque el Espíritu Santo clama en sus corazones “¡Abba!” (“¡Padre!”) (Gál 4:6) Seguros en el amor de su Padre, aquellos llenos del Espíritu son un pueblo de alabanza, acción de gracias, sumisión y amor. Acepta la gracia de ser lleno y permanecer lleno del Espíritu Santo.
Promesa: “Yo soy el Pan vivo bajado del cielo. El que coma de este Pan vivirá eternamente, y el Pan que Yo daré es Mi carne para la Vida del mundo” (Jn 6:51).
Alabanza: Gloria a Ti, Jesús resucitado, Señor nuestro, Maestro, Ejemplo y Hermano nuestro. ¡Aleluya!
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio de 2024 al 31 de julio de 2024. Otorgado el 8 de noviembre de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.