rol de honor
“Les gusta ocupar los primeros puestos” (Mateo 23:6).
Nuestra sociedad estadounidense es "aficionada a los lugares de honor". Tenemos listas de honor, entrevistas de radio y televisión, salas de fama, sesiones de autógrafos, banquetes de premios y muchas otras formas de honrar a los demás. Si bien el Señor nos llama a honrar a nuestros padres (Dt 5:16; Eclo 3:2ss) y a todas las personas (1 Pe 2:17), Él nos dice que no busquemos el honor para nosotros mismos.
“Que te alabe otro, no tu boca, que sea un extraño, no tus propios labios” (Prov 27:2). Sin embargo, aunque no nos elogiamos a nosotros mismos directamente, ni siquiera debemos desear que otros nos elogien. Eso nos presenta un gran peligro espiritual. "Hay un crisol para la plata y un horno para el oro, pero el hombre es apreciado por su reputación" (Prov 27:21). Recibir elogios puede ser peligroso para nuestra alma eterna, ya que puede conducir al orgullo, el pecado principal entre los pecados capitales. Sin embargo, debemos vivir vidas dignas de alabanza en un entorno público y visible (Mt 5:16). ¿Cómo nos conducimos en esta situación de riesgo?
Debemos buscar constantemente humillarnos (Mt 23:12). Luego Jesús nos exalta, por lo que debemos humillarnos aún más, lo que nos lleva a una mayor exaltación. Así, como Juan el Bautista, buscamos constantemente disminuir para que Jesús pueda aumentar (Jn 3:30). Si Dios elige honrarnos con una corona de gloria, la recibimos gentilmente y al instante pasamos esa corona de honor a nuestro Dios (ver Ap 4:10). Por lo tanto, nuestra única afición por los lugares de honor sería porque Jesús obtiene más gloria (ver 2 Co 9:13).
Oración: Padre, "No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a Tu Nombre" (Sal 115:1). "Santificado sea Tu Nombre" (Mt 6:9).
Promesa: “El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán” (Sal 85:11).
Alabanza: María es reina por su divina maternidad. Ella también es nuestra madre espiritual y contiende con Satanás en nuestro favor (ver Ap 12:17). ¡Reina María, ruega por nosotros!
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de agosto al 31 de septiembre de 2020. Otorgado el 11 de febrero de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.