la inocencia de los inocentes
“En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen” (Mateo 2:18).
Mientras escribo, un resplandeciente día de primavera asoma por la ventana. Y más temprano en la mañana, un pájaro cardenal había alegrado este día de sol espléndido con su dulce canto. Hay una nueva vida en el aire. Esta escena contrasta vivamente con la festividad invernal de hoy que conmemora a los santos inocentes. Acabamos de celebrar la actividad gloriosa del Señor. Dios se hizo hombre en la encarnación (Jn 1:14). Y ahora sacudidos por la crueldad y los sufrimientos perpetrados contra niños infantes, parece que nuestra única respuesta natural es la desesperación. La barbarie del rey Herodes y su desmedido egocentrismo nos conmocionan sumamente (ver Mt 2:16).
Aunque es difícil de entender, Dios tiene la intención de sacar un mayor bien de esta tragedia. En Su sabiduría infinita, todos recibirán su justa recompensa. Jesús nunca prometió a nadie una vida libre de penas. Más bien, lo que prometió fue persecución, pero para los que son perseguidos por causa de la justicia “a ellos les pertenece el Reino de los Cielos” (Mt 5:10).
¿Cuál será nuestro salvavidas para sobrellevar las penas? ¡Apóyate en el Señor! “Les digo esto para que encuentren la paz en Mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: Yo he vencido al mundo” (Jn 16:33).
¿Aceptamos la voluntad divina, incluso cuando nuestra capacidad humana no puede ver la sabiduría? ¿Cómo podríamos sacar provecho de las promesas de Jesús? Nuestra madre la Iglesia nos proporciona el camino: practica tu fe, recibe los sacramentos. “No temas, basta que creas” (Mc 5:36).
Oración: Padre, ayúdame a vivir mi fe con valentía durante lo que queda del tiempo de Navidad.
Promesa: “La noticia que hemos oído de Él y que nosotros les anunciamos, es esta: Dios es luz, y en Él no hay tinieblas” (1 Jn 1:5).
Alabanza: La Iglesia ha honrado a los santos inocentes como mártires desde la antigüedad.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021. Otorgado el 29 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.