sucesión apostólica exitosa
“Cuando se hizo de día, llamó a Sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles” (Lucas 6:13).
Jesús subió a la montaña, oró toda la noche en comunión con Dios y, cuando salió el sol, eligió a los doce que serían Sus apóstoles (Lc 6:12-13). En este escenario dramático, Lucas indica que los apóstoles fueron muy importantes en el plan de Dios. De hecho, la Iglesia se funda en ellos (Ef 2:20; Ap 21:14).
La Iglesia primitiva creía que los apóstoles debían tener sucesores. Por medio de los obispos de la Iglesia (cf Hch 1:20-22), el ministerio apostólico continuaría como una parte esencial del orden de la Iglesia y del plan de salvación de Dios. La sucesión apostólica fue una creencia casi universalmente aceptada de la Iglesia durante 1.500 años hasta el momento posterior a la Reforma Protestante. Algunos protestantes niegan la sucesión apostólica. La división de la Iglesia en miles de denominaciones y el debilitamiento de la Iglesia a través de la Ilustración y el humanismo secular ciertamente no han confirmado la negación. Hoy tenemos más razones para creer que el ministerio apostólico continúa mediante los obispos de la Iglesia.
Esto significa que los obispos son importantes y que es de vital importancia para nosotros conocer y someternos a sus enseñanzas. La verdad de la sucesión apostólica también indica que el Papa, como obispo de todos los obispos, es muy importante. Al obedecer al Papa y a los obispos, sabremos la verdad que nos hará libres (Jn 8:32), nos uniremos como miembros del Cuerpo de Cristo y construiremos verdaderamente el Reino de Dios en la tierra como en el cielo.
Oración: Padre, que se haga una diferencia significativa en mi de que la Iglesia es apostólica.
Promesa: “Ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios” (Ef 2:19).
Alabanza: “Al único Dios que es nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, el honor, la fuerza y el poder, desde antes de todos los tiempos, ahora y para siempre. Amén” (Jud 25).
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2020. Otorgado el 1 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.