¿quién va primero?
"Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba Su Palabra" (Lucas 10:39).
Marta es una gran santa porque ella aceptó la corrección de Jesús. Jesús corrigió a Marta no porque estuviera demasiado ocupada, ansiosa o crítica. Jesús corrigió a Marta porque ella solo era trabajadora del Señor y no discípula del Señor.
Un simple trabajador establece la agenda. Un discípulo se sienta a los pies de Jesús, ora cada mañana para que el Señor le abra su oído (Is 50:4), y luego recibe órdenes de Su Señor.
Un trabajador puede sentirse ansioso y molesto porque está a cargo de su vida y su trabajo (ver Lc 10:41). Un discípulo está en reposo, porque el yugo de Jesús es suave y su carga liviana (Mt 11:30).
Una persona que trabaja para el Señor, pero no es Su discípulo ora por la ayuda de Dios, mientras un discípulo ora para ayudar a Dios.
Un simple trabajador para el Señor inicia la actividad, pero un discípulo no se mueve hasta que el Señor se mueve (ver Éx 40:37; Sal 123:2). Con Jesús, nosotros como discípulos no hacemos nada por nosotros mismos, sino solo lo que vemos que hace el Padre (Jn 5:19).
El Señor quiere más que trabajadores para la cosecha (ver Mt 9:37); Él quiere discípulos de todas las naciones (Mt 28:19). ¡No solo invita a Jesús a tu vida; sino sé un discípulo y pierde tu vida en Él! (ver Lc 9:23-24).
Oración: Padre, "he decidido seguir a Jesús" y no decirle a Él que me siga.
Promesa: "Yo soy la Resurrección y la Vida" (Jn 11:25).
Alabanza: Santa Marta hizo una de las más grandes profesiones de fe: "Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo" (Jn 11:27).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018
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