una cultura desechable
"Arrojen al Nilo a todos los varones recién nacidos" (Éxodo 1:22).
El faraón, temeroso de que los israelitas esclavizados se hicieran más numerosos y poderosos que su pueblo egipcio, ordenó a sus súbditos tirar a todos los niños israelitas recién nacidos al río Nilo (Éx 1:22). Esto evitaría que los israelitas tuvieran suficientes soldados para rebelarse contra Egipto en el futuro. Lo que la cultura no valoraba era ser desechado, aunque fuese una vida humana. El Papa Francisco ha hablado en repetidas ocasiones contra la "cultura desechable" del humanismo secular. Esta mentalidad cultural de desechar lo que la cultura del día no valora no es nueva; existe el antecedente de los antiguos egipcios.
Por el contrario, Jesús no dejó que se tiraran los panes y peces sobrantes de su multiplicación milagrosa (Mc 6:43). Jesús tampoco se deshizo de la vida de los pecadores serios (por ejemplo, Jn 8:11; Lc 23:43) o de los rechazados por la sociedad, como los leprosos o los ciegos (ver Mc 1:40ss; Jn 9:1ss). "Todos, en efecto, viven para Él" (Lc 20:38). Todos y todo es valorado por el Señor.
¿Hay algo o alguien que descartamos irreflexivamente? Pídele al Señor la mente de Cristo (1 Co 2:16). Abrace lo que desecha la cultura.
Oración: Padre, transfórmame por la renovación de mi mente (Rom 12:2).
Promesa: "Cualquiera que dé a beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa" (Mt 10:42).
Alabanza: San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia, recibió dones espirituales e intelectuales excepcionales. Sus escritos sobre teología y filosofía son profundos.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018
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