el alimento de unidad
"Hagan esto en memoria Mía" (1 Corintios 11:24).
La iglesia primitiva se reunía en hogares los primeros siglos de su existencia. La forma litúrgica de la Misa todavía se estaba desarrollando. Quizá las admoniciones que menciona san Pablo en la primera lectura de hoy pueden sonar extrañas a nuestros oídos. (1 Co 11:20-22). Existía algo de compañerismo y hospitalidad en los hogares además de la Misa. Algunos comieron mucho mientras otros se quedaron con hambre.
Hace unas décadas, asistí a un retiro que ilustró la escena mencionada en la primera lectura de hoy en un modo muy propio. El retiro terminó con una cena común donde todos comimos en un gran comedor. La comida fue repartida en las mismas proporciones en que la población del mundo comería esa tarde. Algunas personas recibieron un plato con bistec, camarón y vino. Otros recibieron un plato con hamburguesa, papas y leche. El otro 75% recibieron un escaso plato de frijoles y arroz con un vaso con agua para beber. Todos fueron instruidos a comer juntos en la misma mesa grande. No se permitía compartir ni comida ni bebida. Los que tenían un plato lleno de comida después dijeron que deseaban con muchas ganas compartir su comida con los que tenían poca. El mensaje era de unidad para vivir sencillamente de modo que los demás pudieran vivir con sencillez.
La Iglesia ya no sirve comida durante la Misa, excepto la Eucaristía, el alimento de unidad. La unidad era el objetivo de san Pablo y también de Jesús (ver Jn 17:21). Llamamos a la Eucaristía la "Comunión", una palabra que significa "Unidad Común". Vamos a Misa en recuerdo de Jesús, y no de nuestros propios deseos.
Oración: Espíritu Santo, Fuente de Unidad (Ef 4:3), que todo lo que hagamos, sea que comamos o bebamos (1 Co 10:31), se haga para reunir en uno los hijos dispersos de Dios (Jn 11:52).
Promesa: "Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memora Mía" (1 Co 11:25).
Alabanza: San Roberto buscó unidad con y dentro de la Iglesia. Sus estudiantes se hicieron misioneros y mártires.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018
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