el corazón de santidad
"Así podrán comprender con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo" (Efesios 3:18-19).
El Papa san Juan Pablo II pidió, en la fiesta del Sagrado Corazón, que la Iglesia orara para que los sacerdotes sean santos. La santidad es la característica de Dios. Él nos manda ser santos así como Él es santo (1 Pe 1:16). Tenemos que ser santos en cada aspecto de nuestra conducta. (1 Pe 1:15). Él nos manda buscar "la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor" (Heb 12:14).
Nos convertirnos en santos cuando fuimos bautizados en Cristo (ver Rom 6:3). Crecemos en santidad cuando oramos en la santa Misa y recibimos la santa Comunión. Después de que Jesús, el Santificado murió en la cruz, su costado y posiblemente Su corazón fueron traspasados, "enseguida brotó sangre y agua" (Jn 19:34). La sangre de la Eucaristía y el agua del Bautismo fluyeron del Santo. Viviendo nuestro Bautismo y recibiendo frecuentemente la Eucaristía tenemos el corazón de santidad.
Ora al Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes crezcan inmensamente en santidad renovando sus Bautismos, viviendo la santa Misa, y siendo fieles a sus promesas de ordenación. Cuando ayudamos a los sacerdotes a crecer en santidad, ellos nos ayudarán también a crecer en santidad. Entonces, el Sagrado Corazón de Jesús saltará de gozo.
Oración: Sagrado Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al Tuyo.
Promesa: "El Señor es mi fuerza y mi protección; Él fue mi salvación. Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación" (Is 12:2-3).
Alabanza: Olivia inspirada con la frase de san Juan Vianney, el Cura de Ars, que dice "el sacerdocio de Jesús es el amor del corazón de Jesús", ora diariamente al Sagrado Corazón por los sacerdotes.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.
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