el sacramento del orden
"Cuando digo a mi sirviente: '¡Tienes que hacer esto!', él lo hace" (Lucas 7:8).
¡Jesús es Señor! Un señor da órdenes. La manera de complacer a un señor es pedir una orden. Por ejemplo, el centurión envió el mensaje al Señor Jesús: "basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará" (Lc 7:7). Este hombre comprendía lo que significa ser un señor y tener autoridad sobre otros. Comprendía a Jesús.
Nosotros debemos pedir órdenes a Jesús, Nuestro Señor, Señor de los señores. Debemos leer la Biblia en busca de una orden para obedecer inmediatamente. Cuando oramos, no debemos dar órdenes al Señor, sino sentarnos a Sus pies escuchando Su palabra (Lc 10:39). Constantemente debemos decir: "Habla, Señor, porque tu servidor te escucha" (1 Sm 3:9). El Señor quiere que nos deleitemos obedeciendo a nuestros padres, esposos, pastores, jefes y líderes. De esta manera, mostramos nuestro deleite en Su señorío.
Nos encantan las órdenes de Jesús aún más que Sus promesas. Nos deleitamos en la ley del Señor (Sal 1:2). El señorío de Jesús no es simplemente un título, sino nuestro camino de vida. Es nuestra alegría someternos al servicio del Señor. ¡Aleluya! ¡Jesús es Señor! (ver Fil 2:11)
Oración: Jesús, que viva para hacer Tu voluntad, no la mía.
Promesa: "Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y tranquilidad y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable" (1 Tim 2:1-3).
Alabanza: Elizabeth ha sido fiel al estudio de la Biblia por más de una década.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de mayo de 2017.
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