¿eres contraceptivo espiritual?
"Los hemos animado… instándoles a que lleven una vida digna del Dios que los llamó a su Reino y a su gloria" (1 Tesalonicenses 2:12).
Jesús vino para que tengamos vida abundante (Jn 10:10). Dios es el Dios de los vivos (Lc 20:38). Él quiere que Su pueblo viva de manera "santa, justa e irreprochable" (1 Tes 2:10). El Señor quiere que su pueblo sea vivificante y fructífero. De esta manera, Él añadirá a nuestros números diariamente a aquellos que van a ser salvados (Hch 2:47).
Sin embargo, estamos tentados a ser espiritualmente anticonceptivos y abortivos. Podemos elegir ser como "sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre" (Mt 23:27). Nosotros, como Herodes (Mc 6:26), podemos negarnos a escuchar las palabras de la vida y podemos elegir matar a los profetas que hablan estas palabras (ver Mt 23:31-32).
En esta cultura de la muerte, Jesús, la vida (Jn 11:25; 14:6), nos desafía: "Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida" (Dt 30:19). Paradójicamente, elige la vida eligiendo morir a sí mismo. La vida abundante proviene de la muerte de Jesús en la cruz. Sé crucificado con Cristo (Gal 2:19). Elige la vida.
Oración: Padre, que pueda llevar continuamente en mi cuerpo la muerte de Jesús para que "para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo" (2 Co 4:10).
Promesa: "Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen" (1 Tes 2:13).
Alabanza: Al elegir repetidamente la vida, Tomás y Elizabeth han sido bendecidos con muchos niños, tanto espirituales como adoptados.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de mayo de 2017.
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