uno pensaría en orar
"Ya se la he dado a siete de nuestros hermanos, y todos murieron la primera noche que iban a tener relaciones con ella" (Tobías 7:11).
Si te estuvieras casando con alguien cuyos maridos anteriores murieron en la noche de boda, ¿qué harías? Uno pensaría en orar, pero obviamente ninguno de los esposos pensó en eso.
Uno pensaría en orar en el momento de la muerte. Sin embargo, este es un momento de muerte sin precedente, cuando millones de bebés son abortados quirúrgica o químicamente cada año solo en nuestro país. ¿Cuántos cristianos están orando tanto?
Uno pensaría en orar en tiempo de guerra. ¿Acaso no estamos en la guerra final entre Cristo y el anticristo, entre el evangelio de la vida y la "cultura de la muerte"?
Uno pensaría en orar en tiempos difíciles y cuando las cosas van peor. ¿Qué tan difícil tiene que ir la vida para que nosotros entremos en oración? ¿No es cierto que es muy difícil?
Uno pensaría en orar cuando Jesús, Dios mismo nos manda orar siempre (Lc 18:1). Obedezcámosle y oremos de acuerdo con esto.
Uno pensaría en orar sabiendo que podemos ir al cielo o al infierno, a Jesús o a Satanás…
Oración: Señor, enséname a orar (Lc 11:1) siempre (1Tes 5:17).
Promesa: "Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mc 12:29-31).
Alabanza: Ahora Carolina ora por lo que escucha en las noticias en vez de quejarse.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.
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