súper premium
"¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y Sara, a los noventa, ¿podrá dar a luz?" (Génesis 17:17).
Las estaciones de servicio ofrecen diferentes octanos en su gas. Podemos pedir regular, premium o súper premium. Esto también es cierto en nuestra vida con el Señor. Abram fue bendecido con un hijo, Ismael. Abram estaba dispuesto a conformarse con esta bendición regular, pero el Señor quería darle premium con el nacimiento milagroso de Isaac a los noventa años de edad de Sara (Gn 17:17-18).
El leproso en la lectura del Evangelio de hoy le pidió al Señor premium, es decir, una milagrosa sanación (Mt 8:2). Empero, el Señor dijo a otro leproso sanado que quería darle más que una sanación premium. Quería darle el súper premium de la salvación (Lc 17:19).
¿Te conformas con bendiciones, cuando el Señor quiere milagros y salvación? ¿Estás privándote con recibir solo milagros de Dios? ¿Recibes lo bueno o lo mejor, pero no lo mejor de lo mejor? ¡Deja que Dios sea Dios! ¡Deja que Jesús sea el Salvador! Para ver y amar a Jesús en el cielo para siempre necesitamos más que bendiciones y milagros. ¡Necesitamos salvación!
Oración: Padre, que te deje hacer más de lo que jamás pudiera pedir o imaginar (Ef 3:20).
Promesa: "Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: 'Lo quiero, queda purificado'. Y al instante quedó purificado de su lepra" (Mt 8:3).
Alabanza: Aunque los Primeros Mártires Romanos, jóvenes y viejos, soldados, campesinos, nobleza y comerciantes, murieron hace mucho tiempo, aun hoy día nos siguen inspirando.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.
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