Este libro, Un Pan, Un Cuerpo, se escribe para motivarlo a ir diariamente a Misa tan frecuentemente como sea posible. Nuestra oración es que usted viva la Misa y haga de nuestro Señor eucarístico el centro de su vida.

Jesús proclamó: "El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo" (Jn 6:51). Esta es una dura expresión, y "los judíos discutían entre sí" (Jn 6:52). "Jesús les respondió: 'Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque Mi carne es la verdadera comida y Mi sangre, la verdadera bebida' " (Jn 6:53-55). El Señor ha dejado muy claro que "En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están 'contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero' " (Catecismo 1374)

Si no creemos que la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Jesús, Quien es Dios, entonces no deberíamos confiar en la Iglesia, la cual siempre nos ha enseñado esto. Si no confiamos en la Iglesia, tenemos pocas razones para creer en la Biblia, porque la Biblia fue compilada, establecida e interpretada por la Iglesia. Si no creemos en la Eucaristía, la Iglesia y su Biblia, entonces no tenemos bases objetivas para creer en el Cristianismo. Entonces nosotros existimos en una confusión subjetiva de nueva era o en la desesperanza vacía del agnosticismo. En cambio deberíamos creer que la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Dios.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.

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